En condiciones normales cualquier resultado académico va a estar muy determinado por cómo se ha realizado el proceso de estudio; si se ha planificado bien, si la concentración ha sido la adecuada, si se han empleado técnicas de memorización correctas, cómo se ha manejado el grado de ansiedad… variables en definitiva que de forma particular y en su conjunto van a tener una incidencia en el resultado final deseado.
Sin embargo, y sin restar trascendencia a ninguna de las anteriores, ha de destacarse el papel fundamental que tiene en el estudio la necesidad de comprender bien el texto que con posterioridad se ha de memorizar, o que resulta necesario para entender y desarrollar cualquier ejercicio de carácter procedimental.
La comprensión adecuada del texto que tenemos delante es clave para un estudio correcto; es la base para facilitar la retención posterior y para expresar en el examen las ideas fundamentales. Es muy importante no hacer directamente una memorización del texto sin antes haberlo comprendido y «desmenuzado» para nuestro entendimiento.
No es por lo tanto lo mismo memorizar fríamente sin más, que hacerlo comprendiendo lo que dice el texto. Es esencial para tal comprensión que el estudiante llegue a sentir que «puede dominar el texto» y con ello facilitar su retención.
El cómo llegar a dicha comprensión a través de las técnicas de estudio adecuadas es como ya se ha comentado una pieza angular en todo proceso de estudio y en el resultado académico final.
Ponerse en manos de psicólogos profesionales en la enseñanza de estrategias de estudio es muy aconsejable, ya no sólo por facilitarle la enseñanza de dichas destrezas, sino por la circunstancia de que hay que saber llegar a cada estudiante como persona única que es.