Estudiar, planificar, concentrarse… pero ¿y ese momento del examen, ese día en el que se siente que se acerca la fecha, ese verse esperando a que te den el examen, esas preguntas que de un primer vistazo causa determinadas sensaciones…? cuántas cosas alrededor de la palabra más temida por el estudiante: el examen.
Sin embargo, un examen no tiene por qué ser algo temido si se controlan todas las variables necesarias, con independencia de lógicamente haber estudiado, pues este factor de estudiar es lo que verdaderamente da más tranquilidad a la hora de enfrentarse a un examen.
Como decimos, al margen del propio estudio existen una serie de factores que harán que el estudiante se enfrente al examen con una mayor tranquilidad y dominio del contexto:
- Planificar con sentido común: es este uno de esos factores más necesarios para afrontar con posterioridad y eficacia cualquier examen. Una buena planificación adaptada a la realidad del propio estudiante y a lo que demanda la materia objeto de examen es esencial para no temer al examen y llevarlo bien.
- Realizar un buen repaso: Todo examen suele requerir en los días previos un repaso en condiciones que aporte seguridad al estudiante. No es nada recomendable estar estudiando cosas nuevas hasta las «tantas de la noche» y privarse de un repaso que trasmita seguridad y dominio de los conocimientos adquiridos.
- Prepararse mentalmente: es fundamental el aspecto mental, pocos estudiantes reparan en ello, pero tomarse un tiempo para uno mismo, creyendo en lo que se ha estudiado y mentalizarse para hacerlo lo mejor posible, puede ser un factor diferencial positivo para afrontar un examen.
- Descansar: es esencial dormir lo necesario, cada cuerpo es diferente, pero está más que demostrado que sin un descanso adecuado, difícil es rendir como verdaderamente debe ser.
- Cuando se vea el examen establecer una estrategia: el estudiante debe conocer las normas de puntuación del examen y establecer una adecuada estrategia, por ejemplo si contestar primero a las que mejor domina, si a las que más puntúan… Siempre debe ser una estrategia que trasmita confianza.
- Si se pierde la concentración durante el examen saber reconducirla: conocer estrategias psicológicas de concentración rápida puede ser esencial para reconducirla en un examen. Es importante conocerlas y dominarlas, ya que perder la intensidad de concentración durante el examen puede afectar al resultado final del mismo.
Si el estudiante domina todas estas variables y por supuesto estudia lo suficiente, a buen seguro ese temor ante el examen se transformará sólo en examen sin más.
