Cuando un estudiante sea del nivel académico que sea (ESO, Bachillerato, Ciclo Formativo, Universitario u Opositor) decide aceptar nuestro curso de «Técnicas de Estudio y Autoestima Académica» descubre desde el primer momento el peso que en el mismo tiene la psicología.
Es curioso ver cómo estudiantes de diferente perfil y condición académica te agradecen enormemente tú preocupación y deseo de no sólo ofrecerles unas muy eficaces estrategias y técnicas de estudio, sino tu entusiasmo por que sientan cercanía, trato humano, y sobre todo un estilo propio de dar el curso que les lleve a reflexionar o incluso a madurar.
Sienten que no sólo adquieren estrategias de estudio, sino que además en el aspecto mental o emocional mejoran considerablemente, le entran ganas de ir a por sus metas u objetivos, se ilusionan y sueñan con dar lo mejor de sí mismos.
Es así, es esa realidad de que un curso no debe ser sólo un curso, debe saberse enseñar, transmitir, llegar a quien escucha y atiende como alumno. ¿De qué serviría un curso por muy bueno que sea sin psicología?, quedaría como vacío, se perdería mucho.
Ayudar al estudiante es saber llegar a él y ayudarle desde su realidad y desde la percepción que tiene de sí mismo, y aquí cómo hemos comentado la psicología es esencial.
A veces sin embargo la psicología aplicada al curso no es suficiente para todos los estudiantes, a veces ese estudiante lleva consigo problemas o dificultades de carácter emocional: estrés, ansiedad, baja autoestima, depresión…u otros de carácter obsesivo o de dependencia al móvil, que pueden interferir en su rendimiento académico.
En este caso se hace necesario aplicar una terapia que siga marcada por ese trato cercano y humanista, una terapia que sea directa y eficaz, una terapia que sea capaz de «coger de la mano» al estudiante y llevarlo a la superación de sus problemas. Como consta en nuestra cabecera e la web: «Técnicas de Estudio y Psicología unidas para ti«