La Concentración en las Técnicas de Estudio.
Cuando llega el momento de sentarse y comenzar a trabajar, cada estudiante tendrá en su cabeza por dónde comenzar y que ir haciendo a lo largo de su tiempo de estudio.
Tendrá pues “su plan” y todo puede ir bien, sin embargo su pequeña planificación puede verse amenazada por una de las cuestiones claves que más afectan a los estudiantes: perder la concentración.
Es bien sabido por todos los estudiantes y por todos aquellos que ya hemos pasado por esa etapa (si es que alguna vez se deja de estudiar) que si se nos presenta la desconcentración y le damos “vía libre” nuestros estudios se van a ver seriamente afectados.
Es un enemigo poderoso que lo puede desembocar cualquier circunstancia ajena o propia: móvil, ruidos de vecinos, hermanos que no paran de entrar, pensamientos que nos evaden, elementos de nuestro entorno, o incluso animales de compañía podrían citarse como algunas de esas circunstancias que sin escrúpulos atacan a nuestra concentración.
El planteamiento sería pues ¿cómo superar la desconcentración cuándo se presenta? ¿Necesito de un Método específico?
Cierto es que si esperamos simplemente a que nos llegue la concentración puede ser que ocurra, pero también puede ser que no.
Por tanto ante tal circunstancia lo mejor es que el estudiante se sirva de un método que ajustado a su persona le sea útil para parar la desconcentración y reconducir la misma.
Y decimos ajustado a su persona porque cualquier método no vale, sólo aquél que teniendo presente cómo es el estudiante se ajusta a su persona y a su forma de percibir esas circunstancias desencadenantes de la distracción.
Si se consigue y el alumno tendrá mucho ganado ante este poderoso enemigo.
Conseguirlo es posible, pero tal tarea en la que juega un papel clave la psicología sólo debe de llevarse a cabo por profesionales preparados.