Las Técnicas de estudio hay que saber adaptarlas.
A día de hoy es mucha la información que circula sobre técnicas de estudio; cualquier sitio web, librería especializada o artículo de diferente origen describe de forma más o menos acertada lo que el estudiante debe o no hacer para lograr el mayor rendimiento en sus estudios.
No es el fin de estas pocas letras valorar las mismas, pues entre otras cosas sería imposible dada las innumerables fuentes de información, pero sí la de indicar una cuestión fundamental que es paralela al conocimiento de las técnicas o métodos de estudio: la personalidad del estudiante.
Podemos transmitir a cualquier estudiante conocimientos para mejorar, pero mal haríamos sino nos paramos e invertimos un tiempo en conocer bien cómo es y qué suele hacer ante sus estudios. Este es un factor fundamental que en numerosas ocasiones se pasa por alto en webs, artículos u otras fuentes; está muy bien indicar consejos y estrategias, pero ocurre que si nos olvidamos de la personalidad del estudiante y de cómo suele actuar, sólo se estará transmitiendo una enseñanza general pero nunca particular y específica para el estudiante.
Es evidente que las fuentes indicadas hacen un importante bien al estudiante siempre que tengan un mínimo de garantía en cuanto a los conocimientos que transmiten, pero no pueden hacer mucho más. Se hace pues necesario para que el estudiante realmente adquiera unas estrategias efectivas que se trabaje junto a él desde su particularidad, adaptando las diferentes técnicas de estudio a su persona. Y si a ello unimos y buscamos desde su personalidad su crecimiento personal el éxito estará asegurado.