Estudiar correctamente.
Si bien en un sentido estrictamente coloquial todos sabemos lo que es estudiar y lo que ello conlleva, no debemos quedarnos exclusivamente en una percepción simple de tal tarea.
Estudiar no es sólo ponerse delante del libro y tratar de memorizar, estudiar requiere de mucho más, e incluso podríamos decir que «pide» saber manejar dos grandes variables a diferentes niveles:
Variables académicas: evidentemente son las más conocidas; el estudiante debe manejar factores intervinientes en la concentración, planificación, subrayado, síntesis, memorización y exámenes; si bien debe destacarse que no todos los estudiantes actúan de igual forma ante las mismas. Y es que cada persona que estudia es «un mundo», es único, individual, y como tal debe actuar al manejar dichas variables académicas. Es por tanto que debe «descubrir» cuáles son las estrategias más adecuadas que ajustadas a su persona le permiten enfrentarse correctamente a cada asignatura.
La respuesta coherente y lógica a ello le vendrá dada por un cierto grado de profundidad en el conocimiento de las técnicas de estudio.
Variables anímicas o emocionales: a veces pasan desapercibidas, pero lo cierto es que tienen un peso muy importante a la hora de estudiar. No es lo mismo estudiar sin mayores preocupaciones y limitarse a ello, que estudiar estando «afectado» por cualquier circunstancia de índole emocional o anímico. La cuestión varía y mucho; y es que el saber manejarse ante factores emocionales – anímicos es otra variable inherente al estudio especialmente cuando las preocupaciones por el motivo que sea se hacen presentes.
Saberse manejar en dichas variables se antoja pues fundamental para ese «arte» que es saber estudiar adecuadamente. El estudiante debe conocerse y manejar recursos que le ayuden a dar lo mejor de sí mismo en cada momento. Llegar a ello le resultará más fácil si se pone en manos de psicólogos colegiados especializados en técnicas de estudio que le ofrezcan cursos personalizados de calidad.