Son momentos complicados los que nos están tocando vivir, momentos que rompen con lo habitual, con la rutina, con nuestro día a día. Momentos que afectan a todos los índoles de nuestra actividad y que por supuesto afectan también al estudiante ya no sólo en su cotidianidad, sino en la forma y el ánimo de enfocar sus estudios.
Dos esferas importantes son pues las que en estas circunstancias afectan a cualquier estudiante, el estado anímico y la obligación de ser responsables con su deber académico.
El estado anímico es algo muy particular que depende de la «destreza» de cada estudiante para manejar las variables intervinientes en estas difíciles circunstancias. Por su parte, la obligación de cumplir con el estudio y en su caso con las tareas a realizar debe enfocarse como algo diferente, y verlo como un refugio en la búsqueda de la «normalidad» dentro de todo este momento que está tocando vivir.
Con el fin de ayudar a la búsqueda de esa «normalidad» dejamos a continuación unos consejos muy vinculados a los procesos de técnicas de estudio:
- Ponte unas pautas de horas de estudio y no te dejes llevar por «tengo tiempo de sobra»
- Elabora una planificación que responda a la situación académica actual.
- Nunca te tomes este periodo como vacaciones.
- Márcate objetivos académicos.
- Trata en la medida de lo posible de aislarte del momento presente y concentrarte en lo que estás haciendo.
- Cuando trabajes un texto céntrate en «descubrir» lo importante del mismo, te ayudará a concentrarte.
- Trata de memorizar de forma activa, que no se convierta en un proceso monótono.
Y nunca olvides que siempre tu propia voluntad y predisposición será la que te lleve a rendir adecuadamente ante tus estudios, incluso en estos momentos complejos cuando el estudio se ve afectado por por otras cuestiones. Como todo en la vida, pasarán y la verdadera normalidad se abrirá nuevamente camino…