Saber que técnica de estudio utilizar.
Estudiar no es sólo sentarse delante de los libros y ponerse sin más hasta aprender lo que corresponda. Estudiar va mucho más allá del acto como tal; supone «ser sabio» y utilizar los recursos adecuados en función de las circunstancias personales (anímicas, emocionales) y académicas del momento.
Manejar dichos recursos de forma eficiente es utilizarlos valorando cada día de forma particular, pues todos los días puede variar tanto la predisposición personal como la realidad académica. Podría decirse que cada día es un reto que hay que analizar de forma concreta para realmente saber sacarle partido al tiempo de estudio.
Comentemos a modo de ejemplo la concentración y la planificación:
Es obvio que la concentración cambia cada día, y si bien hay días en los que se está más «predispuesto» a abordar lo que se tiene por delante, otros son sin embargo más tendentes a la distracción. Por tanto, saber manejarse en estos contextos es saber verdaderamente estudiar, pues habrá de utilizarse diferentes recursos de estudio según sea el caso concreto.
Si hablamos de planificación ocurre más de lo mismo, el estudiante ha de ser consciente de qué recursos emplear en el diseño de la misma desde su autoconocimiento personal y desde el grado de exigencia académica que le supone cada asignatura.
Podríamos seguir diciendo lo mismo de otras cuestiones como, la selección de la información importante de un texto, el manejo de procedimientos, o la memorización; para cada una de ellas el estudiante debería controlar y manejar distintas posibilidades de actuación en función de las circunstancias del momento.
Lo cierto y verdad es que concentración, motivación, planificación, tratamiento de la información, memorización y por supuesto exámenes, conforman un conjunto de factores concretos con recursos específicos que el estudiante conocedor de técnicas de estudio debe saber utilizar en cada momento.
Lograr que cada estudiante encuentre su método de estudio ideal y sepa qué estrategias o técnicas poner en marcha en cada circunstancia debe de ser uno de los objetivos fundamentales en la enseñanza del saber estudiar.