Los nervios de un examen
¿Podríamos decir que el resultado de un examen es el reflejo real de lo que se ha estudiado? normalmente sí, siempre que el estudiante haya empleado una adecuada técnica de estudio y le haya dedicado tiempo suficiente a la asignatura, el resultado debe expresar lo trabajado.
Sin embargo, a veces motivado por connotaciones muy variadas ese resultado académico no refleja fielmente lo que debiera. Destaca entre ellas los famosos «nervios».
Es cierto que habitualmente cualquier examen puede generar un cierto nerviosismo que incluso es positivo, pues pone al estudiante en alerta para tratar de dar lo mejor de sí mismo. Pero a veces, ese nerviosismo se torna peligroso cuando no deja al estudiante centrarse en lo que realmente le está planteando en el examen.
En esas ocasiones y a pesar de que el estudiante haya cumplido con su preparación académica, puede que el resultado no sea justo con esfuerzo realizado.
Si ello ocurre debe buscarse soluciones a modo de estrategias y técnicas psicológicas que faciliten el control de la ansiedad ante los exámenes. Hay que centrarse en el estudiante como persona y buscar junto a éste ese modo de afrontamiento que le permita sino dominar completamente el estrés del examen, sí por lo menos reducirlo considerablemente hasta alcanzar un porcentaje manejable.
Es por lo tanto una cuestión más a tener presente en el mundo del estudio, si bien hace falta saber estudiar, también es necesario aprender a manejar otro tipo de variables que interfieren en los resultados o expectativas académicas.
Enseñar dicha cuestión al estudiantes es una labor que sólo debe ser llevado a cabo por psicólogos colegiados con formación específica en materia de técnicas de estudio.
