Las personas somos de «costumbres», tenemos unas pautas que en la medida de lo posible no nos gusta alterar, tendemos a tener un ritmo en nuestro día a día que viene marcado por la actividad de cada uno, pero dentro de dicho ritmo tenemos nuestras cotidianidades.
Si cada uno las tenemos en «nuestros propios mundos», éstas no son menos en el universo del estudiante.
Dentro de ese universo académico un aspecto fundamental es cuándo ponerse a estudiar, por lo que ello conlleva de efectividad y de encaje con horarios académicos y actividades extraescolares.
Puede parecer algo simple de plantear, pero no lo es si no sólo lo determinanos por nuestro horario, sino también si lo hacemos por cómo somos, cuándo rendimos más, qué contexto nos ayuda a concentrarnos mejor…
No podemos olvidar además algo tan humano como la variable de tender a ser diurno o nocturno; hay estudiantes que dicen rendir más de noche y otros de día, y en ello puede influir por supuesto factores como el ruido, la necesidad o no de levantarse temprano al día siguiente, o incluso la propia predisposición de cada uno.
Por todo ello no es fácil determinar cuándo ponerse a estudiar, lo que si está claro que es conveniente tener muy presente variables como las siguientes:
- ¿Puedo quedarme hasta ciertas horas de la noche por mi horario del día siguiente?
- ¿Tengo actividades a lo largo del día que me limitan mi elección de hora?
- ¿Siento que soy más de rendir de noche que de día?
- ¿Tiendo a dormir mucho o poco?
- Si puedo elegir ¿cómo creo que puedo rendir más ese día?
- ¿Cómo me encuentro de predisposición hoy?
Sea el planteamiento que finalmente resulte, lo que es evidente que elegir adecuadamente cuando ponerse a estudiar debe venir respaldado por la propia confianza de que se está haciendo lo que es mejor para uno mismo y para su rendimiento académico. Además se debe tener presente que dicha cuestión puede variar de un día a otro.
Ponerse en manos de psicólogos especializados en técnicas de estudio es una opción muy válida para aprender a conocerse el estudiante, saber analizar su realidad concreta y lograr determinar lo que es mejor para él en un día o momento concreto.
