Todo estudiante es conocedor que estudiar con seguridad es muy diferente a hacerlo con inseguridad. Esto es así porque dicha variable influye siempre en cada momento del proceso de estudio, ya se esté planificando, trabajando textos teóricos o procedimientos, memorizando, etc.
Mal lo pasa quien se identifica con la inseguridad; creer que no se sabe las cosas, que es incapaz de seleccionar lo importante de un texto, agobios…. además de inquietud, nerviosismo, mal humor, sueño irregular, fatiga… son sensaciones que puede experimentar, repercutiendo negativamente en su tiempo de estudio e incluso en su día a día.
Por contra, para ese otro estudiante que se siente seguro de sí mismo, el abordaje del estudio transcurre de forma mucho más «sana»; estudia sabiendo perfectamente lo que hace, con confianza, y pocas veces la inseguridad le trastoca ese momento.
Cabe plantearse entonces ¿cómo lograr la misma?; para encontrar la respuesta a tal interrogante hay que reflexionar sobre dos realidades que confluyen en la deseada seguridad: dominar técnicas de estudio eficaces y personalizadas que el estudiante sienta como suya, que le transmita confianza y seguridad; y manejar al mismo tiempo recursos psicológicos y emocionales que le hagan creer en sí mismo.
Enseñar al estudiante mediante cursos personalizados que le permita adquirir tales condiciones es clave en el mundo del estudio; ni que decir tiene que dicha enseñanza sólo debe ser proporcionada por psicólogos colegiados especializados en técnicas de estudio.
